
Seis proyectos inmobiliarios en Cartagena (Zona Norte) y Barú, entre ellos dos hoteles, un centro comercial y tres complejos habitacionales impulsa y desarrolla en distintas etapas la firma constructora colombiana Arquitectura & Concreto. Los proyectos en conjunto comprometen inversiones que se acercan a los 2 billones de pesos. Francisco Martínez, presidente de esa compañía, destacó las inversiones en Barú, en un proyecto que se llama Calablanca, que consta de un hotel, ya en funcionamiento hace 2 años (Sofitel Barú Calablanca), más 12 torres de apartamentos, de las cuales ya están construidas 4, y 2 iniciando obras. Las inversiones en el centro comercial y el hotel suman cerca de 1,3 billones de pesos. Este proyecto y el componente habitacional se lanzará formalmente este 23 de mayo y se estima que las obras arranquen entre octubre de este año y comienzos de 2025. El terreno, de cerca de 150 hectáreas, requeriría en algunas zonas de rellenos y su magnitud permitiría construir alrededor de 15 mil unidades de vivienda. “Quisiéramos ayudar a la ciudad a resolver ese tema de vivienda o mitigarlo en una buena forma”, concluyó. Cerca de 2 billones de pesos suman los diferentes proyectos que impulsa y desarrolla Arquitectura & Concreto en Cartagena y Barú.

Adquirir vivienda desde otros países es una práctica que ocupa un lugar importante en la lista de muchos connacionales en el exterior. De hecho, los que viven en Estados Unidos y España son los que más demandan finca raíz en Colombia. Hay que tener en cuenta que la compra de vivienda en Colombia desde el exterior es una práctica que hoy en día ocupa un lugar importante en la lista de prioridades de muchos connacionales, ya sea por inversión, porque quieren un patrimonio para arrendarlo o, quizá, para que lo habite un familiar en el país.

En el año 1993 fui contratado para construirle una casa en el Peñon a un cliente del Arq. Salmona. La ilusión era enorme; era el Maestro de mis maestros de la Universidad y tenía la oportunidad de trabajar para él. Pero.... en el primer día que fue a la obra pidió que me despidieran. No logré entender sus directrices, el calor del mediodía me hizo calentar la cabeza y perdí la paciencia, y ese fue el resultado. Pedí una segunda oportunidad y me la dieron a escondidas de él. Cuando volvió a la obra semanas después se sorprendió de verme aun en la obra, pero no me dijo nada y me permitió seguir con la visita de obra. Fue el inicio de 10 maravillosos años a su lado y bajo su directriz como persona, amigo y Maestro.
